A LA MILITANCIA PRIISTA DE GUANAJUATO
A LA DIRIGENCIA DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL
A LA OPINIÓN PÚBLICA
Como es de conocimiento público, decidí participar en el proceso de selección de la candidatura al Senado de la República, a raíz de la convocatoria que lanzó el PRI. Y lo hice creyendo que sería valorado el trabajo que he realizado en el partido desde las tareas más simples como representante de casilla y capacitadora, hasta responsabilidades importantes como regidora, diputada local, diputada federal, presidenta municipal, presidenta de la FENAMM, presidenta de la CONAMM, secretaria general del PRI en León y presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI.
En múltiples ocasiones me ha tocado abrir brecha y junto con multitud de mujeres valerosas y valiosas hemos abierto espacios que antes sólo eran reservados para hombres. Mujeres como Delia Ponce, Celeste Fragoso, María Elena Cano, Yulma Rocha, Luz María Ramírez, Ofelia Ruiz Vega, Alicia Muñoz, Silvia Balleza, Carmen Moreno, Connie Castañón, Érika Arroyo, Esther Zúñiga, Norma López, Verónica García, Samantha Dávalos, Claudia Navarrete Aldaco, Eira Zavala, y muchísimas más, han desarrollado a lo largo de los años un trabajo espléndido en favor del partido y en bien de Guanajuato.
Mi reconocimiento a todas ellas y mi satisfacción por haber compartido juntas muchas batallas por nuestro estado y por nuestro género. En esta ocasión intenté participar por la candidatura para la que me he preparado y que busqué desde hace seis años.
Sin embargo, reconozco con pena que las condiciones son adversas porque el Partido me cerró el paso y no hay equidad en la contienda interna. Ya que el Partido considera que no debo buscar esa posición, en los próximos días decidiré mi futuro político.
Porque para mí la Política ha sido y seguirá siendo una vocación y seguiré luchando por cambiar las cosas en mi municipio, en mi estado y en mi país. La causa de las mujeres y de mejores gobiernos sigue siendo mi causa y la de miles de mujeres y hombres. Sin embargo causa de las mujeres debe ser no sólo por la paridad de género, sino porque lleguen los mejores perfiles a los espacios de responsabilidad.
Que la cultura del esfuerzo, y no la del privilegio, determine quiénes ocupan las candidaturas. Tenemos que seguir luchando por la dignificación de la participación de las mujeres en Política, hasta donde sea necesario, pues en todo caso sería preferible morir de pie, que vivir de rodillas.
María Bárbara Botello Santibáñez.
