Silao, Gto.; 30 de agosto de 2020.– Las y los integrantes de la nueva generación de la Academia de Formación Policial reciben entrenamiento especial para fortalecer la inteligencia emocional, fomentar el trabajo cooperativo y controlar situaciones que elevan el nivel de estrés.
Es un entrenamiento con enfoque socioeducativo que permite racionalizar las emociones, promover el empoderamiento, trabajar con temple, comprender las situaciones de la realidad cotidiana, elevar la reflexión e identificar las fuentes del estrés en el desempeño de la función policial, además de visualizar a las y los policías como personas y piezas clave dentro de la sociedad.
En este proceso, las y los futuros policías aprenden a regular sus emociones en momentos de tensión, como tareas de ascenso y descenso, acciones antimotines o de contención e inclusive situaciones impredecibles durante las jornadas de vigilancia y patrullaje.
Con este enfoque, la inteligencia emocional se añade en un escalón muy importante a la lista de herramientas del trabajo policial, uno de los emocionalmente más exigentes y socialmente más reconocidos.