Porque habríamos de esperar cosas distintas en los procesos electorales del año si lo que hemos visto son las combinaciones que derivan del pragmatismo en su aberrante expresión.
Para los políticos actuales en nuestro país es combinable todo con todo, corrupción con un excelente discurso de moral pública, entregar ayuda de programas sociales y quedarse con la mayoría del dinero, especialmente reservado para los gastos de campaña. Presentarse ante la sociedad como un partido interesado en los ciudadanos y no tener la menor intención de tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos, entregar a las autoridades electorales las reglas de operación para los procesos internos y decidir que no se tomará en cuenta a sus militantes para que todas las decisiones se tomen por unos cuantos, desde luego, convertidos en comisión ejecutiva o alguna forma equivalente… que tampoco importa cómo se llame.
Es parte del pragmatismo no esperar que alguien explique cómo se pueden combinar los contenidos programáticos de un partido y su alianza con otros porque a ninguno de ellos les importa para que sirven sus principios de doctrina, para qué sirve la doctrina de un partido, que importa no hacer caso de la doctrina de un partido.
Y así sucesivamente…
La variable dominante es la aproximación a los indicadores de preferencia electoral de los votantes (no de los ciudadanos, ya quedamos que eso no importa) así que si los votos vienen por convicción de los votantes está bien, si provienen de la compra de los votos, sigue estando bien, si se consiguen como reacción de miedo de los ciudadanos, da igual; lo único que importa es que dejen el voto en la urna a favor del candidato y luego veremos… (Lo que cada quien quiera entender).
Por lo pronto están las campañas a todo lo que se pueda en esta fase que neciamente le llaman de “precampañas” y que tampoco importa explicar porque donde se gastan millones de pesos por día, pero tampoco importa al consejo general del INE, han transcurrido 23 días de “campañas” y ningún candidato (precandidato) a la presidencia ha reportado un solo peso de sus gastos.
La logística, los asesores, los coordinadores y hasta la creatividad en las acciones de campaña cuestan… bueno hasta la “puntada” del bronco de equipar su caballo con un IPad para salir a conseguir firmas tiene un costo (por cierto si alguien le puede sugerir un creativo que le ayude le harían un gran favor… con las barbaridades que hace no logra salir del 2% de preferencia y corren el riesgo de que se regrese de gobernador…)
Pero hay indicadores que las precampañas, y el pragmatismo de los dirigentes de los partidos no tiene nada que aportar… tiene su propia dinámica, implica a todo el país, requiere de visión de estado y hasta hoy los candidatos ( precandidatos ) no parecen entender que son temas que no deben esperar… lamentablemente solo hay discursos populistas, irresponsables y que confunden a la sociedad pero no modifican sus tendencias para el bien del país: El rumbo económico del país será afectado por los procesos electorales sin duda pero antes lo está afectando ya las decisiones derivadas de la reforma fiscal en Estados Unidos; bajar la carga fiscal a los corporativos, a los grandes inversionistas tiene un efecto negativo en la recaudación de nuestro país, por ahora no parece tener importancia en los candidatos, ya no digo que en el gobierno actual que parece no salir ( ya no salió ) de su marasmo.
Las negociaciones del Tratado de Libre Comercio se convierten en un escenario de alto riesgo para nuestro país especialmente en los pronósticos de crecimiento económico.
La normalización de las tasas de referencia es un factor indispensable de atender dado el débil crecimiento económico del país durante todo el sexenio; no obstante los discursos de los candidatos parecen cargados de ofertas de gasto que solo apuntaría a crecimiento de la deuda gubernamental.
El débil crecimiento económico está llevando a un más débil pronóstico de crecimiento para 2018, el FMI prevé un crecimiento de 1.9% de PIB y el Bank Of América espera un crecimiento del 1.6% del PIB.
Este escenario hace prever un dólar fortalecido que ya hemos visto estos primeros días del año, como resultado de la reforma fiscal en Estados Unidos y las decisiones de política monetaria que hacen un escenario atractivos a las empresas hacia ese país al mismo tiempo que genera mejores pronósticos a las acciones de exportación de nuestro país.
Tener una menor tasa de referencia, en la práctica el Banco de México ha ajustado su tasa de referencia, quizá después de las elecciones deje de seguir la práctica monetaria de la FED y encuentre espacio para comenzar a bajar las tasas… sería deseable concluir el año con tasas cercanas al 6.6%.
Por ahora tenemos inflación por arriba de las metas trazadas por Hacienda y por el Banco de México. Un mayor tipo de cambio dificultará que la inflación se acerque a su meta de 3% al final del año. Por ahora la mayor presión viene de los precios de los energéticos; gas LP y gasolina los cuales son importados y se generan toda clase de especulaciones. Tendrán que subir los costos de la mano de obra, muy a pesar de las recomendaciones de las autoridades laborales.
Nada halagüeños los pronósticos económicos y con los contenidos que escuchamos de los que aspiran a gobernar nuestro país (me refiero al mediocre discurso de descalificación entre ellos, cuando lo que urge es escuchar que tienen idea del país que quieren gobernar…)
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez,
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
presidente@iapguanajuato.org, gmg@gerardomosqueda.com.mx
gerardomosqueda/ mosquedagerardo