Guanajuato, Gto., a 11 de agosto de 2016.- La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) es la única orquesta perteneciente a una institución educativa de este país que ofrece conciertos en los Centros de Readaptación Social (Ceresos).
Prueba de ello, es el concierto que la OSUG realizó en el Cereso 1000 de Valle de Santiago, lugar al que llegaron los músicos acompañados de sus instrumentos para romper con la cotidianidad de la vida de los internos y así, ofrecerles un espacio de reflexión y esparcimiento.
¿Es la música una herramienta para la reinserción social?, ¿son las expresiones artísticas elementos fundamentales para salud emocional e incluso espiritual? Estos cuestionamientos fueron hechos en la Universidad de Guanajuato para emprender dicho evento.
Después de una exhaustiva planeación y coordinación con autoridades universitarias y estatales, el público integrado por mujeres y hombres, disfrutaron de una mañana llena de tonalidades alegres y entusiastas.
Bajo la batuta de su director titular, el Mtro. Roberto Beltrán Zavala, la OSUG interpretó una programación diversa, pensada específicamente para ese concierto. En principio, los músicos tocaron el “Danzón no. 2” del compositor Arturo Márquez, una obra llena de belleza y ritmo que inmediatamente cautiva a los escuchas.
Después interpretaron una obra de gran delicadeza y afabilidad, “Intermezzo de la Ópera Atzimba” del compositor mexicano Ricardo Castro. Continuaron con el último movimiento de la “Sinfonía no.5 en mi menor, Op.64” de Tchaikovsky.
Para finalizar, tocaron una obra emblemática para México, el “Huapango” de José Pablo Moncayo, música que alegró de sobremanera a los internos al punto de ponerlos de pie para aplaudir prolongadamente, expresando su entusiasmo y agradecimiento por la excelente interpretación de la Orquesta y la interacción de su director titular que explicó paso a paso esta travesía musical.
En entrevista, el Mtro. Roberto Beltrán Zavala comentó que “naturalmente un público en libertad no es lo mismo que un público que se encuentra en un proceso de readaptación social -eso es evidente- pero puedo imaginar que, en ese contexto tan duro y tan difícil, el momento de música que nosotros les ofrecemos, puede funcionar como un espacio en su mente para generar placer, reflexiones, emociones, relajación y entusiasmo”.
De igual forma, comentó que es en este tipo de conciertos en los que la función social del arte se hace presente “por estas acciones, nos damos cuenta de por qué es importante tratar de atender lo más posible a sectores vulnerables de nuestra sociedad o a sectores a los que les es muy difícil acceder a la cultura”.
Puede ser posible, que algunos internos y trabajadores del centro de readaptación social por primera vez en su vida hayan visto y escuchado cómo funciona y toca una orquesta sinfónica, por lo que ese pequeño acto se puede traducir como un hecho bastante significativo para el público del Cereso 1000 de Valle de Santiago.
En este sentido, el director titular de la OSUG, distinguió “no hay que olvidar que los Ceresos no son centros de castigo, sino que son espacios en los que el individuo entra a un proceso de readaptación social, y un factor elemental para poder ser parte de la sociedad es tener un sentido de dignidad y un mínimo de sensibilidad. Que podamos contribuir un poco en su proceso de readaptación social nos hace pensar en nuestra responsabilidad como músicos”.
En representación de la comunidad universitaria, el Rector General de la Universidad de Guanajuato, Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino, brindó unas palabras en las que destacó que el compromiso social de una universidad pública como la de Guanajuato es la inclusión de todas las personas para la construcción de un mundo mejor.
Destacó que “en la Universidad de Guanajuato creemos en cada persona, y en la expresión artística como herramienta de inclusión. La OSUG representa una orquesta de alta calidad, con liderazgo de altura y un profundo sentido humanista”.
Al concierto asistieron autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Universidad de Guanajuato.
La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato
La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ocupa un lugar privilegiado en el panorama musical de México como uno de los ensambles orquestales de mayor prestigio en el país y con una sólida proyección internacional.
Además de ofrecer más de 30 programas anuales en sus temporadas, la OSUG es la orquesta residente del Festival Internacional Cervantino donde ha participado con programas de gran trascendencia artística como el estreno en México de la Sinfonía núm. 4 de Lutoslawski, el estreno en Guanajuato del Concierto para violín de Paul Hindemith y decenas de ejecuciones y estrenos de obras de compositores tales como Mario Lavista, Joaquín Gutiérrez Heras, Silvestre Revueltas y Juan Trigos.
Gracias a su enorme repertorio, dinamismo y personalidad, la OSUG ha sido invitada a diversos festivales nacionales y ha realizado múltiples giras internacionales.
En junio del 2015 Roberto Beltrán-Zavala fue nombrado Director Titular de la OSUG. Con una sólida carrera internacional y una nutrida agenda de conciertos, el Maestro Beltrán-Zavala ha sido huésped en varias de la Orquestas más prestigiadas en Europa y su trabajo ha sido unánimemente aclamado por la prensa especializada europea.