Celaya, Gto., a 9 de julio de 2017.- En un estudio del 2014, publicado en la revista científica The Lancet, Majid Ezzat advirtió que “Si la obesidad sigue aumentando a este ritmo, para 2025 un quinto de los hombres (18%) y de las mujeres (21%) serán obesos”.
En México, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en el 2015 más de la mitad de los mexicanos (60.6 millones de personas) sufren sobrepeso u obesidad.
Ocupado por concientizar a la población en general sobre una alimentación saludable, el Dr. Cuauhtémoc Sandoval Salazar, profesor investigador de la División de Ciencias de la Salud e Ingenierías en el Campus Celaya-Salvatierra de la Universidad de Guanajuato (UG), realiza una investigación sobre estrategias a base de antioxidantes que puedan disminuir el daño cerebral derivado de las dietas hipercalóricas.
El Dr. Sandoval Salazar, especializado en Ciencias Biomédicas con orientación en Neurociencias, destacó que el impacto está dirigido a mostrar a la población las consecuencias de no llevar un cuidado en lo que se come a diario puesto que el daño llega a ser degenerativo y puede ser irreversible.
En el laboratorio de Neurobiología, es donde realizan proyectos relacionados a los efectos negativos que tienen las dietas hipercalóricas, altas en azúcares refinados o altas en grasas trans, que afectan al cerebro. Además, colabora personal de nutrición, medicina, psicología y están por incorporarse del área de enfermería.
Asimismo, en este proyecto se evalúa el daño oxidativo producido a los lípidos y las proteínas en las neuronas y cómo lo anterior puede afectar la liberación de neurotransmisores GABA (sustancia inhibidora que decrementa la ansiedad), Dopamina (implicada en el placer, la memoria y aprendizaje) y Serotonina (regula los estados de ánimo, temperatura corporal), entre otras más.
Una característica primordial, es que el circuito cerebral que está involucrado en la adicción de otras sustancias psicoactivas es el mismo para la adicción a la comida y por el cual existe un mal hábito de alimentación.
Las sustancias psicoactivas pueden ser naturales y sintéticas, ambas cumplen la capacidad de inhibir el dolor, alterar el estado anímico o las percepciones de quien las consuma.
El Dr. Sandoval Salazar explicó que también existe una dependencia a la comida alta en grasa, por lo cual, no es tan sencillo dejar de consumirla de un día para otro, dado que el cerebro está acostumbrado a este tipo de alimentos.
“Si el consumo empieza a ser crónico y no se come ningún alimento saludable es probable que se comience a afectar estos procesos de memoria-aprendizaje”, mencionó.
Algo interesante que platicó el investigador de la UG, fue acerca de un proceso de inflamación que no se observa a simple vista, mismo que desequilibra la homeostasis celular en el cerebro y esto puede generar ansiedad o depresión. “Una forma de encontrar alternativas de alimentación es con base en una educación nutricional”, reafirmó.
De igual forma, el Dr. Cuauhtémoc Sandoval señaló que un área de oportunidad es la comunidad estudiantil de la Licenciatura de Nutrición para que sean la base de la generación de campañas o intervenciones para concientizar a la población. “Un cambio, por pequeño que sea en la alimentación hacia lo saludable, traerá muchos beneficios”, comentó.