Guanajuato, Gto., a 11 de octubre del 2016.- El Gobierno del Estado de Guanajuato a través del Instituto Estatal de la Cultura otorgó este martes 11 de octubre el reconocimiento: “Orgullo Guanajuato del FIC”, al Gran actor, Ignacio López Tarso, por su sobresaliente trayectoria artística y su destacada participación en la XLIV edición del Festival Internacional Cervantino.
En representación del Gobernador del Estado, Lic. Miguel Márquez Márquez, el Director General del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, Dr. Juan Alcocer Flores, entregó el reconocimiento a Don Ignacio luego de la conferencia de prensa emitida esta misma tarde acerca de El de la triste figura. Divertimento a tres voces y una guitarra, pieza teatral con la que el ícono mexicano se presenta esta misma tarde en el Teatro Cervantes en punto de las 18:00 horas.
Este reconocimiento es otorgado aquellos artistas cuya carrera profesional o intervención dentro del marco del FIC ha dejado huella en los corazones del público y en la historia artística de nuestra entidad, así como también a los artistas guanajuatenses que han logrado poner en alto, para el reconocimiento y cariño de un enorme público, el valioso talento que hay en el Estado.
Se trata de un reconocimiento entregado en casa para aquellos que son de casa, pues aunque Don Ignacio López sea oriundo de la Ciudad de México, su señor padre, Don Alfonso López Bermudez, es originario del municipio de Moroleón.
En medio de una efusiva ovación, Don Ignacio López Tarso declaró conmovido agradeció por la distinción.
Actor teatral y cinematográfico, este gran artista es considerado uno de los más importantes de la escena mexicana del siglo XX. Estudió arte dramático en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, iniciando su carrera de actor en la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo. Rápidamente se convirtió en un actor imprescindible para dramaturgos de la talla de Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández y Sergio Magaña, así como en los montajes del director teatral de origen japonés, Seki Sano, discípulo de Stanislavski y quien introdujo en México el método de formación y dirección de actores del maestro ruso.
Don Ignacio desempeñó una labor inolvidable en el desarrollo del cine mexicano con piezas tan memorables como Nazarín (1958), de Luis Buñuel; Juana Gallo (1960), de Miguel Zacarías y Tarahumara (1964), de Luis Alcoriza. Con Roberto Gavaldón rodó otros tres destacados filmes: Macario (1960), El gallo de oro (1964) y La vida inútil de Pito Pérez (1970). Fue ganador en dos ocasiones del Premio Golden Gate al mejor actor por su trabajo en El hombre de papel (1963), de Ismael Rodríguez, y por la aclamada película, Macario (1960), de Roberto Gavaldón. Durante varios años también se dedicó a realizar series históricas de televisión, como fueron El derecho de nacer (1981) y Senda de Gloria (1987), ambientadas en la Revolución Mexicana.
Sin duda, el origen guanajuatense y el incuestionable talento de Ignacio López Tarso lo convierten en un verdadero y digno orgullo de esta entidad.