Guanajuato, Gto., a 26 de octubre de 2016.- El término “Mentor” proviene de la literatura griega; de Méntor, el consejero de Telémaco, hijo de Ulises en la “Odisea”. Por extensión, hoy el concepto se refiere una persona que con mayor experiencia o conocimiento guía o aconseja a otra. Y, en suma, de eso se trata el proyecto Mentores: guiar o acompañar a niños de primaria (cuarto a sexto grado) para seguir su educación escolar.
Después de dos años de haber echado a andar este proyecto, al cierre de su cuarta edición, el modelo comienza a consolidarse y a ser notorio su crecimiento. De esto nos platican sus coordinadores: Jessica Durán Rojas (Relaciones Industriales, 6.º semestre); Christian Pérez Gutiérrez (Relaciones Industriales, 6.º semestre); Regina Mercado Calderón (Derecho, 4.º semestre) y Karla Yadira Romero Sandoval (egresada de la licenciatura de Educación).
Mentores, o de cómo cambiar historias
El modelo de trabajo —nos cuenta Jessica Durán, coordinadora general del proyecto— está inspirado en el libro “Cómo cambiar historias”, de los economistas Armando Chacón y Pablo Peña, quienes identifican tres áreas de oportunidad para la educación en México: la falta de ejemplos a seguir, la falta de detección de talento y la falta de financiamiento.
Por lo que Mentores se ha propuesto responder a esas necesidades, creando espacios donde los niños, además de convivir, conozcan diversos perfiles profesionales y de educación, puedan desarrollar su talento y éste pueda ser detectado y apoyado tempranamente.
Karla Romero afirma que el objetivo de Mentores no es ser una extensión de la escuela, sino un apoyo para que la formación de los niños no se trunque por falta de información o de recursos: “buscamos darles elementos a los padres para que impulsen las aptitudes de sus hijos. Sí es para los niños [Mentores], pero sobre todo es para nutrir el entorno en el que los niños se están desarrollando,”.
Crecimiento y consolidación del proyecto
Christian Pérez comenta que en esta cuarta edición de Mentores se vivieron muchos cambios: se amplió la duración de los talleres a seis semanas (del 19 de septiembre a 28 de octubre), cuando anteriormente se trabajaban sólo cuatro. Se incluyeron grupos sabatinos, además de los cursos de entre semana.
Además, gracias a que en esta edición participaron mentores de diversas carreras –Ingeniería Civil, Arquitectura, Educación, Relaciones Industriales, etc.–, además de profesores, administrativos y personas externas a la Universidad de Guanajuato (UG), se abordaron más temas: nutrición y salud, historia, artes y literatura, ciencia y tecnología, medio ambiente, entre otros.
También fue claro el crecimiento del grupo, pues de las 30 personas con las que inició el proyecto, actualmente ya suman cerca de 180 personas, entre niños, mentores y equipo organizador.
Otro de los logros de este semestre es que Mentores obtuvo el primer lugar en la categoría de Proyecto Social en el 11.º Concurso de Creatividad e Innovación de la UG, lo que revela la solidez del proyecto: “Era la primera vez que participábamos y sí fue una sorpresa porque nunca habíamos expuesto el proyecto a nivel competitivo, es decir, ante jueces; ahora sabemos que nuestra trayectoria ya nos respalda”, dice Jessica Durán.
El futuro
Las metas para el próximo semestre son varias: “hacer un pilotaje en otro municipio del estado, ya que se busca la estandarización del proyecto para que sea medible, estable y replicable en otros lugares”; obtener nuevos patrocinios para apoyar a los niños; preparar a nuevo Mentores organizadores para que el proyecto siga: “Buscamos que así como nosotros encontramos un crecimiento en Mentores, también sea una plataforma de desarrollo para otros”.
Al culminar esta edición de Mentores UG, estos cuatro jóvenes universitarios tienen claro que se está forjando una nueva etapa de su proyecto, pero están decididos a caminar firmes hacia su vida profesional, sin dejar de lado su vocación social.