Guanajuato, Gto. 17 de marzo de 2018.- A sus 56 años, Julia Álvarez sufría de un desgaste en su rodilla derecha como el de una anciana que rebasa los 100 años.
Y es que esta parte del cuerpo estaba tan mal y carente de cartílago, que ya la tenía encorvada y con mucho esfuerzo apenas podía moverse.
Hoy, ella es la primera paciente a la que se le aplica una artroscopia exitosa en el hospital de San José Iturbide.
Julia Álvarez Botello tiene hoy una prótesis de rodilla que le permite caminar y moverse con mayor facilidad. Su intervención fue exitosa y aunque el camino no fue corto, ella misma confiesa que la atención de los médicos y hasta el apoyo del gobierno del estado, han sido los mejores.
Doña Julia estuvo yendo al hospital de San Miguel de Allende y ahí la mandaron incluso al de Alta Especialidad en la ciudad de León. Mientras, los doctores le recetaban analgésicos y des inflamatorios para su pierna hasta que terminantemente le dijeron que era necesaria una operación.
Su caso era tan particular que tuvo que entrar a un consejo, porque su hueso estaba inflamado, encorvado y con artritis. La cirugía se decidió desde hace un año.
“Me dijeron que tenía el desgaste de una persona de 200 años, pero que era hereditario y no porque no me haya acabado mi rodilla”, dijo la madre de 5 hijos.
Sentada en el sillón de su casa, en la comunidad Los Rodríguez, doña Julia dijo que su tratamiento se complicó porque a su esposo le dio una trombosis; así, con su pierna enferma, tenía también que atender a su esposo.
“Nos dijeron el costo de la prótesis grado 4 y era muy caro (cerca de 105 mil pesos), así que fuimos a Guanajuato a pedirle ayuda al gobernador y de ahí nos fueron canalizando hasta la Secretaría de Salud. La verdad nos atendieron muy bien y nos mandaron al hospital de San José Iturbide, que nos queda más cerca”, dijo Patricia Cervantes, hija de doña Julia y quien la ha acompañado a todas sus consultas y terapias.
Fue operada el 3 de octubre del año pasado en el Hospital de San José y tras casi cuatro horas en el quirófano, salió de ahí con una nueva rodilla.
“Me pidieron reposo, que levantara el pie, que llevara una diera sin grasas y que fuera a las terapias físicas”, dijo la paciente.
Después de la operación regresó a los 7 días al hospital para revisión, luego la citaron a los 14 días y después a las 3 semanas para la rehabilitación. Hoy se levanta, se sienta fácilmente y puede caminar con la ayuda de un bastón. La posición de su rodilla está correcta y el dolor se esfumó por completo.
Doña Julia se dijo agradecida por la atención que recibió y la ayuda que le brindaron. Ahora, su lucha continúa porque necesita una operación similar en la rodilla derecha pero está confiada que saldrá bien y que se recuperará pronto.