Una apuesta temeraria.
Mientras nos hacemos a la idea de que una vez más el gobierno federal nos miente y tenemos que aguantar que suban los precios de la gasolina y la energía eléctrica, a pesar de que el subsecretario de Ingresos de Hacienda insiste que es un efecto de los preciso internacionales de los hidrocarburos, no encuentra como explicar que lo que más impacta del precio de los combustibles es la carga impositiva que tienen.
Entramos también en lamentables disputas de cifras, la medición de la pobreza una vez que cambió la dirección del INEGI, al nuevo director se le ocurrió que también se pueden cambiar las metodologías…. Ahora los resultados de las mediciones en campo no son comparables y el CONEVAL prefiere no publicar y el INEGI no logra convencer con sus reportes, es decir, que para mover a México el camino es mover las metodologías y obtener resultados que se puedan presumir. (Lo que cada quien quiera entender).
Entre las metodologías que no se han cambiado está la medición del crecimiento económico por estados, los pronósticos de crecimiento de nuestra economía no mejoran, el PIB sigue pronosticado a la baja, derivado del principal “provocador”: el crecimiento del 1.2 del PIB de Estados Unidos.
Es decir, en el universo de las cifras entramos en una etapa del sexenio en donde los ajustes al rumbo económico ya no darán, desgraciadamente, los resultados prometidos por el poder ejecutivo, las reformas estructurales siguen su marcha “sobre una banda fija” y las negociaciones de la secretaria de gobernación y los mentores del CNTE lo único que han producido son pérdidas económicas irrecuperables, daño a la economía de las empresas y los comercios, frustración y hartazgo en la sociedad afectada por sus presiones y bloqueos a carreteras y establecimientos mientras que la autoridad pasmada y si saber que sigue solo ofrece discursos y parálisis en las decisiones de los poderes.
Ahora a los asesores del presidente se les ha ocurrido la temeraria idea de apostar todo su margen de maniobra política a una lucha abnegada contra la corrupción. El presidente del PRI ha iniciado una cruzada de la A a la Z, por los estados para alentar a la militancia priista a una lucha contra la corrupción, recorrerá todo el país para proponerle a los militantes de su partido que durante los próximos cien días su campaña sea para decirle a todos los mexicanos que “el 99.9 % de los servidores públicos son honestos y honorables…. (Leíste bien, así lo dijo) que buscan el bien común y que trabajan cotidianamente por mejorar las cosas”.
Entramos de lleno a ver quién se queda con el discurso y la percepción de ser “adalid de la lucha anticorrupción”.
Desde todos los partidos, los poderes, los liderazgos políticos vendrán los discursos, los mensajes, los posicionamientos de anticorrupción.
Así que las décadas que hemos vivido viendo como políticos se enriquecen inesperadamente, como se hacen negocios a partir de manejar los recursos de los mexicanos, escatimando la infraestructura de salud, de educación, de comunicación, etc., como los gobernadores manejan los recursos de los estados con toda impunidad, endeudan a las finanzas de sus estados y se roban todo lo que pueden haciéndose cómplices de sus proveedores y contratistas, como desvían los recursos para solventar los gastos de sus precampañas y campañas políticas o como toman dinero de la delincuencia a cambio de ” dejarlos trabajar” sin importar la descomposición social, el miedo, la impotencia de tener gobernantes delincuentes que se ponen de perfil para que hagan sus negocios los otros delincuentes.
La agenda que viene se está concretando con la convocatoria para el periodo extraordinario del congreso para aprobar una parte del paquete legislativo anticorrupción, por lo pronto la PGR ya interpuso los recursos de inconstitucionalidad contra los sistemas de blindaje de los gobernadores de Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo, el jefe del estado mexicano ya pidió perdón y promulga una legislación que le es inaplicable; en nuestro país el titular del ejecutivo seguirá sin poder ser juzgado por actos de corrupción.
En México ninguno de los delitos vinculados a la corrupción son calificados como graves, así es el contraste con casi todos los países del mundo, hay que ver cómo fue destituido el presidente de Guatemala o el proceso que sigue el expresidente de Brasil, en nuestro país con que pida perdón está cubierto el expediente.
La estrategia está en marcha: es la anticorrupción a propósito de cualquier tema, lo tendrá el presidente, lo tendrán todos.
Mientras tanto se seguirá deteriorando la relación de credibilidad con la sociedad… Más discursos, ahora de anticorrupción.
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez,
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
presidente@iapguanajuato.org, gmg@gerardomosqueda.com.mx
gerardomosqueda/ mosquedagerardo