Para que resbale la aromatizada merienda pasaron a leer y releer ha hojita que estaba en la mesa (que no era la receta de los generosos tamales ni la hoja de chipilín antes de la vaporera) era la del compromiso a escoger: 20, 50, 100 o 200 millones de pesos convertidos en boletos para la rifa del avión que no se va a rifar.
Las crónicas dicen que de los 100 invitados, llegaron 75 pero la “transparencia” con la que se comporta el presidente López, cada vez más opaca, pesa demasiado en su “conciencia moral” y no quiere decir los nombres de los participantes, cuánto se comprometieron a dar para comprar los cachitos de lotería del avión, “que no se va a rifar” pero que si se va a cobrar y todos esos galimatías… La meta era pasar la charola para conseguir 2000 mil millones de pesos, se comprometieron a 1500 millones… pero nadie sale a decir ya conté los millones comprometidos en las hojas que les pusieron en las mesas, así que no tardaremos en conocer la verdad, por ahora solo sabemos la versión que da el presidente López y no la de Alfonso Romo, quien fue el responsable de organizar la “cena del derecho de piso”.
La cena no fue una reunión de la iniciativa privada representada esa noche con el jefe del ejecutivo federal para hablar de proyectos de inversión, para darle velocidad a los temas de infraestructura que le apremian al país, tampoco para resolver las urgencias de los desabastos que tanto daño han hecho a los niños afectados de cáncer, mucho menos para hacer una causa común en el reto del crecimiento económico del país. Todos esos asuntos no son prioritarios para el presidente López. Invitaron a “los de la mafia del poder”, a los fifís, a los conservadores, a los neoliberales… como les llama el propio presidente López, para que compren boletos de una lotería que podría ser el 15 de septiembre.
“Es un derecho de piso dijo Carlos Salazar Lomelí, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pero no en lo oscurito “.
Al día siguiente, jueves, el Banco de México anuncia un nuevo recorte en la tasa de interés, 25 puntos base, como fue el acuerdo por unanimidad de la junta de gobierno. Es el quinto ajuste de forma consecutiva, primero de este año. Para poner la tasa en 7%.
Toda la actividad económica sigue débil y ahora agregamos un nuevo síntoma del desempleo como factor preocupante en la marcha económica del país; los retiros parciales de las cuentas de afores; ascendieron a 1335 millones de pesos y la tendencia es a que se sigan disponiendo de esos fondos como una medida desesperada ante la falta de empleo en el país.
¿.. Y si ahora le corresponden la cena al presidente López, el presidente del desempleo, para tratar los temas importantes del país?
Aunque cenen lo mismo, tomando como referencia el anuncio del pronóstico de crecimiento que dará el banco de México el próximo 26 de febrero, que desgraciadamente será un ajuste a la baja, apenas completando el primer bimestre del año… y si los empresarios toman la iniciativa de proponer cómo se invierte el dinero del pase de charola del miércoles y se toman en serio su condición de ricos y poder político para priorizar en la infraestructura, en la ciencia y tecnología y desde luego en las prioridades y urgencias de los sistemas de salud y educación del país.
¿Y si los políticos y los ciudadanos regresan a la visión ciudadana del INE para fortalecer la autonomía de las instituciones políticas de nuestro país y estimulan la confianza de los inversionistas y de los propios mexicanos en las instituciones democráticas?
Si el tema número uno de las preocupaciones de los mexicanos es la inseguridad que se vive en el país y no funciona la estrategia, hay más muertes dolosas que nunca y feminicidios de los que no quiere hablar el presidente…
¿A quién le importa lo que cenen?
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez,
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
presidente@iapguanajuato.org, gmg@gerardomosqueda.com.mx
gerardomosqueda/ mosquedagerardo