Estoy seguro que ya escuchaste hasta el cansancio…. (Este mensaje está dirigido a los militantes de (x) partido…) especialmente en las estaciones de radio, no importa si se trata de un simpático niño o del propio candidato (perdón: precandidato).
Estimado lector no se ofenda usted si le recuerdo que, hablando del proceso electoral 2018, estamos en la etapa de las precampañas. Efectivamente está usted leyendo bien: las campañas empiezan hasta el 30 de marzo y terminan el 27 de junio.
¿Cuál es la diferencia entre las precampañas y las campañas? Ninguna.
Solo el tiempo que transcurre, la intensidad del gasto y las negociaciones internas a los partidos políticos para salir con las propuestas de candidatos de las demás contiendas, es decir, las de senadores, diputados, etc.
Los candidatos independientes no tienen espacio en la agenda electoral para hacer una precampaña, como se deben dedicar a conseguir las firmas que implica su registro, pues se quedarán con las ganas de hacer una precampaña, además tampoco tienen recursos públicos para hacerlas, esos están reservados solo a la acción de los partidos políticos.
Tampoco sirven para evaluar el impacto que tiene su presencia en medios de comunicación y redes sociales; del mes que ha transcurrido de precampañas, donde se manejas mensajes en todos los medios de comunicación posibles, los porcentajes de conocimiento de los candidatos ha evolucionado pero no así la preferencia electoral. Pero en realidad eso es la campaña, entonces porque se llaman precampañas…
¿y para que se hagan las precampañas si los precandidatos hacen “round de sombra”…? Si no están desarrollando ninguna campaña interna a su partido, no hay competencia interna a los partidos. Los tres frentes tienen candidatos de ” dedazo “, es decir, ya están designados los candidatos y no sólo no les importó la opinión de los ciudadanos; tampoco importó la opinión de sus militantes. Todos están en la dinámica de ver a los ciudadanos, potenciales votantes, como los clientes potenciales de comprar ” su mercancía “… en una obtusa relación de cliente-proveedor.
Por ahora lo que hay son gastos de precampaña, ya hay denuncias entre los dirigentes de los partidos porque se están rebasando los topes de gasto de precampaña, de las cuales lo único seguro es que dichas denuncias solo sirvan para completar alguna página de medios de comunicación.
Ningún partido ha reportado sus gastos de precampaña, aunque les quedan 30 días para concluir esa etapa. Sin embargo, las precampañas tienen la cobertura mediática y de redes sociales pagadas como si fuera una campaña. Total la autoridad electoral se está preparando para vigilar las campañas y llegar a la jornada electoral del primero de julio… lo de las precampañas puede ser analizado cuando hayan pasado las elecciones, del mismo modo que está sucediendo con el manejo del dinero que hicieron todos los partidos políticos en las elecciones del 2012 cuando pagaron con tarjetas de prepago la compra de votos. Si usted recuerda el PRI les depositaba en una tarjeta de MONEX a los operadores y compradores de votos, después de cinco años y medio resulta que todos los partidos le entraron a ” las tarjetas ” ninguno justificó el origen del dinero… pero no importa: ya pasaron cinco años, ya se está terminando el sexenio… ¿ya para qué?
Por ahora ya transcurrió el primer mes de campaña y no se puede recoger ninguna propuesta que comunique que están trabajando en una idea de cómo gobernaran a nuestro país, no se diga en el caso de los precandidatos a las gubernaturas y de las demás candidaturas no hay nada que decir.
Precampañas. ¿Para qué?
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez,
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
presidente@iapguanajuato.org, gmg@gerardomosqueda.com.mx
gerardomosqueda/ mosquedagerardo
