Con cierto temor se comparten entre estudiosos del comportamiento social, especialmente de las generaciones jóvenes, algunas afirmaciones que podrían interesar a las organizaciones políticas a fuerza de entender que sin relevos generacionales no hay continuidad en sus proyectos.
En los recientes veinte años la presencia de los jóvenes en los acontecimientos políticos del país han venido a menos y la política, en particular la que se refiere a la que promueven los partidos políticos y los gobiernos en cualquiera de sus órdenes es un tema que les importa menos. En el contexto de estas afirmaciones hay datos que revelan que el desinterés de los jóvenes por la política es una correspondencia a la ausencia de propuestas de participación por las organizaciones políticas y los gobiernos en el país. Es importante recordar que una cuarta parte de los mexicanos hoy tiene edades entre 15 y 30 años, es decir, el potencial de participación es importantísimo, si se quiere entender una agenda de innovación, de relevos generacionales y de mejoras sustantivas en las propuestas políticas que el país necesita.
La escasa imaginación de las organizaciones políticas para convocar a los jóvenes ha dejado, en el mejor de los casos, modestos espacios de participación, casi siempre como “el relleno ” en los eventos… para escuchar “al líder ” y los gobiernos tratan a los jóvenes como si fueran un sector social con discapacidad, todos los programas son de perfil paternalista y si vienen tiempos electorales, no tarda en aparecer la motivación para que sean los operadores de campo, es decir, el conducto para concretar la manipulación de los ciudadanos a fin de conseguir lo que el interés de corto plazo les obliga.
Es evidente la falta de interés. Dos de cada diez jóvenes enfrentan problemas para participar en la vida pública por trabas institucionales.
Las tasas de abstención en los jóvenes suele ser superior al 40% en las elecciones federales y aún mayor en los procesos locales.
Las acciones que promueve el gobierno no representan ningún atractivo para la juventud en México.
La referencia al Índice de Participación Juvenil (IPJ) es reveladora de las brechas generacionales que existen entre las organizaciones políticas, las instituciones de educación, el ámbito productivo del país y los jóvenes.
Por desgracia el deterioro de la economía en el país ha afectado, especialmente a las generaciones de jóvenes. México es el cuarto país de América latina con más jóvenes pobres que son jefes de familia y el 48% de ellos cree que la violencia se incrementa porque los jóvenes se unen al crimen.
El 80% de los jóvenes no tiene interés en la política partidaria.
Es tiempo de que las organizaciones políticas se interesen de manera productiva, creativa, innovadora en las generaciones de jóvenes, si esperan que los jóvenes se interesen en sus programas y propuestas políticas.
Una especie de reencuentro en el marco de la agenda anticorrupción, es decir, la que busca reducir la impunidad, los negocios turbios, los gobernantes mediocres y las colusiones entre los delincuentes y las autoridades.
El reencuentro de los jóvenes y la política pasa por acciones anticorrupción contundentes. Mientras en el ámbito federal se sigue perdiendo el tiempo en completar el sistema nacional anticorrupción y en los Estados haya gobernadores que ya están designando plazas para sus afines con lo que corrompen de origen al propio sistema anticorrupción… las nuevas generaciones reaccionarían con interés y mucho de su talento enriquecería la política.
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez,
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
presidente@iapguanajuato.org, gmg@gerardomosqueda.com.mx
gerardomosqueda/ mosquedagerardo