· Sin justicia, simplemente no hay prosperidad en el campo, dijo el líder cenecista
· En México no hacen falta alimentos en la mesa, porque los campesinos trabajan duro, asegura, José Antonio Meade
Mientras México siga siendo un país de contrastes, la justicia social seguirá siendo nuestra mayor preocupación y compromiso, afirmó el líder de la Confederación Nacional Campesina, senador Ismael Hernández Deras.
La Justicia en el campo, dijo, significa que las familias campesinas de México, tengan la misma calidad de vida que el resto de los mexicanos.
Durante la conmemoración del 103 Aniversario de la Ley Agraria, en la que uno de los invitados especiales fue el precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, José Antonio Meade Kuribreña, el senador Hernández Deras, aseguró que si alguien sabe cómo apoyar al sector rural, es Pepe Meade.
Frente al presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, ex dirigentes cenecistas, senadores, diputados y presidentes de las 32 Ligas de Comunidades Agrarias, reunidos en la Casa del Agrarista llena a total capacidad, el senador Hernández Deras reconoció que la ruta hacia un México próspero, pasa ineludiblemente por la justicia en el campo”.
La Ley Agraria, recordó, fue una respuesta contundente de los revolucionarios constitucionalistas al despojo ilegal, injusto de tierras, aguas y montes que, durante décadas, habían sufrido los pueblos indígenas y comunidades rurales.
“Con ello, el presidente Venustiano Carranza cumplió uno de los principales compromisos de la Revolución Mexicana, como es la restitución de tierras a sus dueños originarios. Se trató de un acto de elemental justicia en ese momento, a favor de la paz y bienestar de la población mexicana”.
Por eso, ante más de seis mil campesinos y dirigentes de los Comités Estatales llegados de todo el país, insistió en que “el verdadero bienestar exige la unidad de las fuerzas transformadoras de la sociedad, para vencer inercias conservadoras y promesas demagógicas”.
En esta tarea, acotó, la Confederación Nacional Campesina está llamada a desempeñar un papel fundamental y será un orgullo brindar el más firme respaldo a nuestro amigo José Antonio Meade, para que sea nuestro próximo Presidente de la República.
Resaltó sus cualidades humanas, profesionales y políticas: “lo respaldamos por su probada integridad, por su sólida formación profesional y por su excepcional carrera al servicio público al lado de los mexicanos.
Honestidad, resultados y amor a México, son los signos que distinguen a nuestro amigo Pepe Meade, dijo el senador Hernández Deras “como director general de la Financiera Rural, impulsó el desarrollo productivo del campo, como Secretario de Relaciones Exteriores, alzó su voz para defender a los migrantes mexicanos, como Secretario de Desarrollo Social, coordinó la estrategia para reducir los niveles de pobreza en el país y como titular de Hacienda, consolidó finanzas públicas para mantener a nivel internacional el mejor mensaje de México.
Y añadió: “lo que está en juego es el fututo de México, la disyuntiva es clara: los mexicanos vamos a elegir entre un futuro seguro o la aventura de un México Confrontado”.
Vamos a decidir, explicó, entre un cambio con rumbo, o el cambio como retroceso. Vamos a elegir entre quien trabaja por un México unido, tolerante, plural, libre e incluyente, o quienes proponen un México dividido, intolerante, sectario, autoritario y excluyente.
Consideró que el populismo ofrece empaques atractivos para vender “productos milagro”, que derivan en decepción y engaño.
“No nos confundamos: ofrecer amnistía a la delincuencia organizada, es una manera elegante de ofrecer impunidad a los criminales”.
La sociedad exige combatir la inseguridad, la corrupción, la impunidad, pero con la fuerza de la Ley. No con acuerdos perversos, que ponen a la Ley al servicio de los criminales, afirmó el legislador y dirigente de la CNC.
Durante su participación, José Antonio Meade agradeció las muestras de apoyo del sector más fuerte del Partido Revolucionario Institucional y destacó que en México no hace falta alimento en las mesas, porque los campesinos trabajan muy duro y con mucho orgullo para darnos ese sustento.
